Y, A La Mujer Que Me Hizo Llorar, Le Tengo Un Regalo~
- Fernand Reyes
- 15 sept
- 2 Min. de lectura
Y no es mi esposa.
Y viene de mi resentido corazón Y por qué negarlo?
Y mientras escribo, siento que desde el teclado salta una infusión de algo que sana Y que me llega hasta el centro del pecho. Y por ahí, más o menos, queda el corazón; dicen que al centro izquierdo, Y dicen que esto, solo por molestar a la derecha.
Y.

Un puente entre algo importante y algo más importante aún.
Y.
Resulta que yo también escribí un libro Y derramé en sus páginas las cosas más intensas que podía, sin querer queriendo.
Ya con mi gran obra maestra en mano, comienza la aventura de intentar venderlo, Y esos son otros veinte pesos.
¿Te das cuenta de lo importante que es el puente de la Y?
No te puedo negar que en mi libro hay dos Fernandos: uno que cuenta parte d
e sus vivencias pero convertidas en utilidades para un lector que busca caminos con salidas
Y también un Fernando que se atreve, por fin, a usar su lenguaje nativo, poético, filosófico y terrenal.
Este segundo Fernando me cae mejor porque es más real, es decir, totalmente apegado a sus formas de ver la vida de los antes Y los después, pero sin dejar a su Dios fuera.
¿Y cómo se deja a Dios fuera si casi siempre soy yo quien se sale?
Y estás esperando que te cuente, por fin, de la mujer que me hizo llorar Y te juro que la olvidé durante algunas líneas.
Buen indicio de sanidad interior.
¿Y ves que escribir es terapéutico?
Esa mujer compró mi libro, lo leyó en dos días y escribió a mi email personal (eldoctorradio@gmail.com).
Pero nunca había tenido la experiencia de sentir cómo mi “orgullo de pichón de escritor” se destruía en dos o tres cortas líneas.
Y ella decía:
“Fernand, te quiero mucho, pero debo decirte que tu libro tiene el título más malo que podías inventar. La carátula es horrenda Y la mitad de tus ideas son muy fantasiosas y carentes de espiritualidad”.
Esto me afectó por un rato, ¿Y para qué negarlo?
Pero me recuperé Y seguí degustando los muchos elogios de tantos de mis lectores que, por montones, salieron a comprar mi libro raro.
Anoche, la mujer más importante de mi vida me dio una noticia Y me dijo: “Como no te gustan los premios, por mi cuenta puse el libro a competir en un evento internacional, con otros cientos de libros… Y estás nominado!”.
Hoy, a esa mujer que un día me hizo llorar, le dedico la línea que le faltó a mi libro:
“Y me gané dos premios como escritor, uno muy prestigioso que iré a recoger a California Y el otro lo tengo en mi casa, se llama Ashley… Y a ella sí le encantó el libro”.
Y mi libro ganó el premio como mejor libro espiritual.
Y sin ShaShy no hubiera habido libro, pero sin libro, igual tendría mis premios.
¿Y?
Dedicado a los que, con miedo, se atreven.
La pipa es lo de menos~
Fernand Reyes
15 de septiembre de 2025
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