Quiero la valentía de Benito y la osadía de Karol-G~
- Fernand Reyes

- 22 sept
- 3 Min. de lectura
Lo confieso.
Yo fui el peor cantante que tuvo Richie Ray en su orquesta, y es tan así que solo duré un día. Nada, que cuando Richie venía a hacer eventos pequeños sin Bobby, contaba con pequeños cantantes y yo traté de colarme, pero no di el grado y no pasa nada.
Muy pocos tienen esa información; esa no te la esperabas, y van más de 20 años desde aquel excelso atrevimiento.

O sea, que mucho antes de que Benito se atreviera a masacrar “Preciosa”, Fernand Reyes tuvo el atrevimiento de creerse Bobby Cruz.
La ignorancia es atrevida, y el atrevimiento es un elemento que no aparece en el libro de los que piensan mucho.
Lo cierto es que, por peor que cantara, muchos me decían: “¡Chacho, tú cantas brutal!”. Y es que siempre hay alguien que sabe menos que tú, pero dispuesto a aplaudirte.
Hay que tener carapacho para mirarse y descartarse a sí mismo, pero a veces es imperioso.
Así que, en la vida, siempre hace falta el que se atreva, el que lo aplauda y, a cierta distancia de estos dos, el que les diga la verdad. Pero decirle la verdad a un joven Fernand intentando ser cantante no era muy complejo. Duro es decírsela a los miles de fans de “Beno”. Duro tuvo que ser para Marc, muy duro.
Caridura la Karol-G, que se atreve a pararse en una tarima al lado de una de las voces más impresionantes del mundo, y esa, Bocelli no la veía venir, pero sucedió.
Hoy es historia, igual que el asesinato del himno “Preciosa” y de pronto recordé a Martín Quiñones cantando Inolvidablemente Solo.
No obstante, no todo es malo; a veces es peor.
Por eso Doña Florinda se lo advertía una y otra vez a Quico.
Bueno.
La valentía y la osadía son características básicas de un triunfador, y eso se les aplaude, pero volvamos a la verdad.
Yo vi Amazon ayer y me emocioné con la emoción de ellos.
Y no todo es malo, pero no todo es bueno.
Pero y, ¿quién les dice la verdad?
Quién le dice a Benito y a Karol: “No llegan al nivel de Andrea ni al de Marc, aunque la mayoría los idolatre. Por lo demás, tienen A+ siempre y cuando prometan seguir esforzándose para mejorar sus productos, y esto no fue una petición, es un ruego”. Porque señores, la cantidad de malas palabras por minuto que oí ayer en un ratito es digna de una especie de Grammy categoría Mal Gusto, pero no puedo negar que por instantes me sentí más boricua de lo normal.
Es como una experiencia paranormal borinqueña y urbana. Hipnotismo de masas.
Claro, el tema de los urbanoides es bastante chiquito, y no es algo tan importante… hasta que tu sobrino de 6 años, tu nieta de 9 o tu hija de 11 empiezan a cantar Safaera.
Justo ahí dejamos a un lado el atrevimiento y la osadía artística para atender el tema de la influencia que esto tiene sobre muchos niños.
Por favor, ahora no me vengan con el asunto de “¿y los padres dónde están?” y lo de “es que ellos no hacen música para niños”. Plz, seamos adultos sensatos todos: padres, artistas, gobierno y el país en general.
Si yo sé que lo que vendo lo consumen los menores en masa, ¿no sería responsable y serio considerar a esa masa?
Allá cada cual con su Religión del Trá y sus grandes negocios, pero por amor a las artes que nos unen en este texto, respetemos un tanto los rangos artísticos, pero más aún a los vulnerables, que son los niños.
Doña Florinda lo advirtió por décadas: “No te juntes con esa chusma”…
Cuídate, Marc.
Agúzate, Bocelli.
Atiende esto, papá y mamá.
Despierta, Puerto Rico, porque somos mucho más que un ritmo y una pava…
La pipa es lo de menos~
Fernand Reyes
22 de septiembre de 2025




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